viernes, 25 de marzo de 2011

pensamiento


· Un mal pensamiento es ya un castigo.
· Párate a pensar y procura averiguar si gran parte de tu modo actual de pensar no es fruto de tus miedos, de tus complejos, de tus frustraciones, de tu pereza, de tu ambición, de tu lujuria, de tu ira, etc.
· No dejes de alimentar cada día tu alma con hermosos pensamientos.
· Hazte un fichero. Anota en cada ficha un hermoso pensamiento, sacado de tus lecturas, meditaciones, conversaciones, etc... Trata de memorizar uno cada día. Pon una ficha al alcance de tu vista cada día para poder leerlo varias veces.
· Ya que siempre no podemos decir lo que pensamos, pensemos siempre lo que decimos.
· No pienses enseguida que tu sufrimiento se debe a la mala suerte. Examina, más bien, si tu forma de pensar es la adecuada.
· Pensando puedes llegar a algunas verdades sobre ti mismo. Son pocos los que tienen el valor de decirse la verdad.
· ¿Existe alguna verdad absoluta? Encierran más verdad las paradojas que los dogmas. Una teoría abierta e incluso dispuesta a autodestruirse a sí misma es mejor que cualquier doctrina. Lo mejor de todo, la espontaneidad creadora y libre. No defiendas ninguna doctrina. Defiende, en todo caso, un método de conocimiento y de autosuperación. Y sobre todo defiende al hombre y su libertad. 

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