martes, 18 de diciembre de 2012

la navidad


Ahora la vida es dura, y además ha perdido la sencillez.
Hasta hace unos años, la caverna platónica parecía el hogar de nuestra conciencia,
por lo que resultaba difícil entrever la realidad en una pared de apariencias,…quizá de
ahí la tristeza.
“Casi había de todo”, y el himno a la individualidad, a lo innovador, a lo original, al
pleno de posibilidades, nos sumergía en una vida en la que la rapidez, la inmediatez
y el ruido eran medios para no pensar, para llenar los vacíos antes de que se
produjeran. Dividíamos nuestra vida en parcelas, cada una de las cuales intentábamos
mantener a flote, a veces con malabarismos imposibles. Cuando conseguíamos
aquello que colmaba nuestros anhelos nos sentíamos alguien, pero eran instantes,
nuevamente aparecían los ecos de voces que nos recordaban quiénes éramos, el
ruido, la información, las imágenes, desataban nuevos anhelos con promesas de
infinitud. El calendario ya no señalaba fechas anheladas, cualquier día era bueno para
sorber tragos amargos de felicidad perecedera. Saturados de vacuas celebraciones,
la Navidad era un tiempo más, unas hojas a pasar, con la inercia de colmar vacíos,
sin que la felicidad prometida por sinfonías de colores, apareciera…soledades en
compañía pasajera.
Ahora, desde hace unos años, nuestra conciencia parece despertar y esforzarse por
eliminar apariencias, la sinceridad se expresa, lo necesario es lo que debe ser, el
conocimiento va uniéndonos, reparcelamos nuestras vidas para la unidad,…ligereza
de equipaje se requiere, colmados de ideas se precisan…soledades compañeras se
solicitan…, jornal y sustento han vuelto al diccionario, hogar se necesita,…que vuelvan
fechas anheladas y sentidas al calendario…que no nos quiten el abono del coraje y las
ganas de vivir,… que miedo y hambre sean pasado…que la sencillez y lo espontáneo
resurjan para poder seguir…

ANTONIO DIAZ

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Como la vida,

Como la vida,

todo tiene su pequeña elegía infinita.



Como la vida,
todo tiene su voz y
su cansancio, como las innumerables praderas de Ítaca.


Como la vida privada
de los árboles

(o de los náufragos), aferrada a un océano cubierto de partituras,

navegando en los ojos una imagen absurda,

un sonido que se confunde

con la nostalgia de las cosas que no he vivido.


Decidme,
¿cuando quise yo dejar de ser niña?,

¿cuándo ese cadáver

que cuenta historias dejará de exprimir

el limón de la realidad

y restregárnoslo por los ojos?


Políticos, hipócritas, creyentes...
¿cuándo?


jueves, 26 de enero de 2012

Y de mayor quiero vivir...  como el pájaro que canta sin saber que canta y como  el niño juega sin saber que juega... en este mundo que narra Eduardo Galeano.

El aire estará limpio de todo veneno que no venga de los miedos humanos y de las humanas pasiones;

en las calles, los automóviles serán aplastados por los perros;

la gente no será manejada por el automóvil, ni será programada por la computadora, ni será comprada por el supermercado, ni será mirada por el televisor;

el televisor dejará de ser el miembro más importante de la familia, y será tratado como la plancha o el lavarropas;

la gente trabajará para vivir, en lugar de vivir para trabajar;

se incorporará a los códigos penales el delito de estupidez, que cometen quienes viven por tener o por ganar, en vez de vivir por vivir nomás, como canta el pájaro sin saber que canta y como juega el niño sin saber que juega;

en ningún país irán presos los muchachos que se nieguen a cumplir el servicio militar, sino los que quieran cumplirlo;

los economistas no llamarán nivel de vida al nivel de consumo, ni llamarán calidad de vida a la cantidad de cosas;

los cocineros no creerán que a las langostas les encanta que las hiervan vivas;

los historiadores no creerán que a los países les encanta ser invadidos;

los políticos no creerán que a los pobres les encanta comer promesas;

la solemnidad se dejará de creer que es una virtud, y nadie tomará en serio a nadie que no sea capaz de tomarse el pelo;

la muerte y el dinero perderán sus mágicos poderes, y ni por defunción ni por fortuna se convertirá el canalla en virtuoso caballero;

nadie será considerado héroe ni tonto por hacer lo que cree justo en lugar de hacer lo que más le conviene;

el mundo ya no estará en guerra contra los pobres, sino contra la pobreza, y la industria militar no tendrá más remedio que declararse en quiebra;

la comida no será una mercancía, ni la comunicación un negocio, porque la comida y la comunicación son derechos humanos;

nadie morirá de hambre, porque nadie morirá de indigestión;

los niños de la calle no serán tratados como si fueran basura, porque no habrá niños de la calle;

los niños ricos no serán tratados como si fueran dinero, porque no habrá niños ricos;

la educación no será el privilegio de quienes puedan pagarla;

la policía no será la maldición de quienes no puedan comprarla;

la justicia y la libertad, hermanas siamesas condenadas a vivir separadas, volverán a juntarse, bien pegaditas, espalda contra espalda;

una mujer, negra, será presidenta de Brasil y otra mujer, negra, será presidenta de los Estados Unidos de América; una mujer india gobernará Guatemala y otra, Perú;

en Argentina, las locas de Plaza de Mayo serán un ejemplo de salud mental, porque ellas se negaron a olvidar en los tiempos de la amnesia obligatoria;

la Santa Madre Iglesia corregirá las erratas de las tablas de Moisés, y el sexto mandamiento ordenará festejar el cuerpo;

la Iglesia también dictará otro mandamiento, que se le había olvidado a Dios: «Amarás a la naturaleza, de la que formas parte»;

serán reforestados los desiertos del mundo y los desiertos del alma;

los desesperados serán esperados y los perdidos serán encontrados, porque ellos son los que se desesperaron de tanto esperar y los que se perdieron de tanto buscar;

seremos compatriotas y contemporáneos de todos los que tengan voluntad de justicia y voluntad de belleza, hayan nacido donde hayan nacido y hayan vivido cuando hayan vivido, sin que importen ni un poquito las fronteras del mapa o del tiempo;

la perfección seguirá siendo el aburrido privilegio de los dioses; pero en este mundo chambón y jodido, cada noche será vivida como si fuera la última y cada día como si fuera el primero.